ESPECIAL DE NAVIDAD

EL BELÉN DE ACORÁN LÓPEZ

Este año he querido dedicar mi portal de Belén a la Vestimenta Tradicional de Tenerife del siglo XVIII y XIX en la modalidad de trajes de domingo o fiesta o de ocasiones especiales.

En él, aparecen algunos trajes de esta modalidad como la currutaca de La Laguna disfrazada, el manto y saya, la mantilla y basquiña, las tapadas, la novia de Tegueste, la novia de Tacoronte, el labrador y el hombre de ciudad.

A continuación se presentan algunas citas de viajeros y personas locales, como Alfred Diston o Antonio Pereira Pacheco, que recogieron apuntes sobre esta indumentaria utilizada por la población canaria en los días grandes.

𝐓𝐚𝐩𝐚𝐝𝐚𝐬 𝐀𝐥𝐟𝐫𝐞𝐝 𝐃𝐢𝐬𝐭𝐨𝐧 𝟏𝟖𝟐𝟗.

Tapadas es el término con que se designa a las mujeres del lugar que usan la mantilla de franela o bayeta blanca, colocada casi sobre la cara.

El verdadero significado de la palabra indica que van cubiertas u ocultas.

Es la vestimenta de calle habitual de la mujer de rango medio en los principales lugares de la isla, y es incluso utilizada por las damas del interior, estas últimas las utilizan siempre sobre un vestido de seda negro o de “bombasí”; las primeras las utilizan con su traje ordinario, con una enagua de tela manufacturada en Inglaterra. Cuando es llevada con gracia por una mujer bien hecha y bien vestida es de lo más favorecedor y colocándola cerrada sobre la cara de tal modo que solo deje una abertura lo suficientemente grande para dejar entrever un par de ojos negros de mirada penetrante sombreados por la proyección de la mantilla, da toda la apariencia a la portadora de un poco de misterio bien calculado para atraer la curiosidad y la atención. Este traje es utilizado frecuentemente por la clase alta para ir de incognito a las compras u otras salida”.

𝐀𝐧𝐭𝐨𝐧𝐢𝐨 𝐏𝐞𝐫𝐞𝐢𝐫𝐚 𝐏𝐚𝐜𝐡𝐞𝐜𝐨 𝟏𝟖𝟎𝟗

"Acostumbran las señoritas a disfrazarse para acudir a los patios de feria que hay en algunas festividades, para ello, utilizan este traje que es el común de la plebe, para confundirse entre las tapadas, dar algunos chascos y no ser reconocidas".

𝐀𝐧𝐭𝐨𝐧𝐢𝐨 𝐏𝐞𝐫𝐞𝐢𝐫𝐚 𝐏𝐚𝐜𝐡𝐞𝐜𝐨, 𝟏𝟖𝟎𝟗

“Así, en este campo, como en todos los demás de la Isla, en los días de gala o festivos usan su jubón de Tisú, u otras telas semejantes, las naguas de tafetán son las que conservan el uso de las perlas, y demás aderezos de piedras”.

𝐀𝐧𝐭𝐨𝐧𝐢𝐨 𝐏𝐞𝐫𝐞𝐢𝐫𝐚 𝐏𝐚𝐜𝐡𝐞𝐜𝐨,𝟏𝟖𝟎𝟗

Usan este traje cuando van a alguna romería o el día de Novias. Las naguas y el jubón de telas de seda, muchas prendas, y unas evillas  de plata que les coxe todo el pie. Son gente de mucha sencillez, y de una moral muy Cristiana”.

𝐀𝐧𝐭𝐨𝐧𝐢𝐨 𝐏𝐞𝐫𝐞𝐢𝐫𝐚 𝐏𝐚𝐜𝐡𝐞𝐜𝐨,𝟏𝟖𝟎𝟗

“Usan los días de fiesta su capa de paño, o de generillo, el sombrero con la ala tendida y grande, y unas grandes evillas de plata. El pelo lo llevan amarrado en una gran trensa, o a veces tendido especialmente quando van de doloridos”

UNA CENA ESPECIAL Autora Ina Molina

Braulio había engordado mucho en los últimos años. Siendo un parado de larga duración no podía concederse muchos caprichos culinarios, pero la vida sedentaria, los antidepresivos y dejar el gimnasio, que ahora no podía permitirse, le habían abocado a un sobrepeso que comenzaba a pasarle factura. Su tensión estaba bastante alta y su cara era color amapola.

Quién le iba a decir que esa obesidad y rubor, precisamente, le procurarían un empleo navideño temporal en unos grandes almacenes. Sí, lo han adivinado… vestido de Papá Noel. Con el atuendo adecuado y algo de ensayo de “Ho, ho, ho” estaba realmente creíble.

Los niños, alborozados, revoloteaban a su alrededor como palomitas en torno a una luz.  Nerviosos, guardaban cola para sentarse en sus rodillas, recitarle lo que pedían y convencerle de lo buenos que habían sido. Cuando tocó el turno a Javi, sus ojos cándidos rebosaban ilusión. Para él quería una bici de dos ruedas porque ya tenía seis años, pero lo realmente importante e imprescindible era un jarabe para la tos y una peluca para mamá.

—Es que papá, el año pasado tosía mucho y se le cayó el pelo. Estuvo en la clínica, pero luego se fue a vivir con los abuelos y no le he vuelto a ver porque el cielo está muy lejos. Y ahora mamá tampoco tiene pelo. No quiero que se marche también —le relató con toda su inocencia como único recurso para convencer a Santa.

Papá Noel, tragando saliva, levantó la vista tras los redondos cristalitos de sus gafas sin graduación y vio a una mujer delgada, con grandes ojos que parecían suplicarle que dijera a su hijo que no siempre se pueden conseguir los deseos. Llevaba un pañuelito en la cabeza y tenía profundas ojeras. Braulio preguntó al niño su dirección y la anotó mentalmente, le dio un beso en la frente y un puñado de caramelos y continuó su labor, si bien toda la jornada le acompañó su recuerdo.

Finalizado su horario laboral, se acercó al humilde barrio de Javi. En el bar recabó información sobre la familia.

—Han tenido muy mala suerte. El año pasado murió el padre y ahora la misma maldita enfermedad ha atrapado a su mujer. Casi no tienen ingresos para sobrevivir —le comentó el camarero al tiempo que limpiaba la barra.

Braulio rápidamente ideó un plan. La Nochebuena pidió permiso a su jefe para quedarse con el traje un par de días. Con su sueldo recién estrenado compró la bici con la que soñaba Javi, una bonita peluca femenina, un jarabe para la tos y una cena más que apetecible. Con todo ello se presentó temprano en casa del niño. Primero hizo sonar los cascabeles, luego el timbre…

Cuatro desorbitados ojos le observaron en el dintel de la puerta.  La mujer le reconoció de inmediato… presionó una de sus manos con la otra y las apretó contra sí, intentando sujetar un corazón que se salía del pecho.

—Ho, ho, ho, me espera una noche muy larga, ¿puedo quedarme a cenar con vosotros?

Y LLEGÓ LA NAVIDAD Autor José Luis Regojo

Sentarme frente al océano de Candelaria se ha convertido en una rutina, una bella rutina que me ayuda a despensar la realidad. Mientras reflexionábamos, el océano y yo, cuánto nos queda aún por descubrir, nos miramos a los ojos. Empezó a soplar una brisa ligera.Yo me puse a soñar, de insomnio en insomnio, lo que se sueña cuando la calima del desierto nos ciega la conciencia. Momento en el que soy la mitad de mí mismo.

«Estamos en invierno», pensé. La ausencia de frío había hecho disminuir la rigidez y dolor matinal de los dedos de mis manos, que era habitual en la península. El sol ausente se filtraba entre mis pestañas, mientras yo masticaba silencios en el aire. En un determinado instante, en cuanto el astro rey vislumbró mi desamparada sombra, se detuvo y me dejó a solas, con mis penas y mis letras, refugiado en la cordura. 

Gemidos y recuerdos,

pensamientos impensables,

oscuridad de conciencias,

tierras de espanto,

rincones sin calor.

El viento escupe imágenes violentas

a través del televisor.

Latidos de impotencia,

paquetes de pensamiento,

fábrica de olvidos.

Al menos,

los pájaros cantan,

desobedientes.

Y llegó la Navidad.

Si le ha gustado, por favor, lea y siga mi blog: #RegEye

EL ESPÍRITU DE LA NAVIDAD Autora Isabel González

Aromas, colores, costumbres... Todo se mezcla y da gusto compartirlo con familiares y amigos.

Emociones que invaden nuestro corazón, alegrías por los afectos que tenemos y a los cuales volvemos a encontrar en medio de una noche mágica, llena de abrazos interminables, besos, saludos, risas... una mesa donde los sentimientos y la esperanza son el plato principal, añoranza de los afectos no olvidados solo esperando el reencuentro de una llamada, de una carta, una tarjeta que nos haga confirmar los lazos afectivos con la fuerza del corazón.

Noche de recuerdo de quienes ya no están, esa abuela que nos hacía sus truchas caseras, esos padres que se fueron dejándonos todo un mundo de amor para transitar, ese amigo que sabía entendernos y compartía con nosotros nuestro mundo, seres queridos que pasaron por nuestra vida y que seguramente esta noche nos acompañaron desde alguna estrella, y esperaban recibir una sonrisa elevada al cielo en su nombre.

Nochebuena, símbolo de paz y amor, pero también noche para compartir, para perdonar, para confirmar lazos afectivos, para llenarnos de esperanza en un mundo mejor.

Solo por hoy te propongo que cuando lleguen los saludos de Feliz Navidad, mires al cielo y busques la estrella más grande, allí será nuestro punto de encuentro para unirnos en un solo deseo:

PAZ Y AMOR PARA ESTE MUNDO. Tú también estás invitado. Te esperamos.

Un saludo afectuoso y feliz Navidad amigos.

NAVIDAD LA DE MI INFANCIA Autor Carmelo G. Glez. Zerpa

Navidad dulce y serena
que traes a nuestros corazones
recuerdos de años pasados
de esperanzas, de ilusiones.

Vuelven contigo cada año
aquellos sabores caseros
que mi madre preparaba
con tanto cariño y esmero.

Las navidades de mi infancia
nunca las podré olvidar
dejaron huellas tan hondas
imposibles de borrar.

No hubieron árboles grandes
ni belenes, ni figuras
pero si mucho cariño
mucho amor y ternura.

Oh! Navidad querida
Oh! Navidad soñada
que daría por poder
volver atrás la mirada.

Y ver que no hay hambre en el mundo
que no existe la desgracia
que todo está en armonía
¡Qué todo es paz y esperanza!

SUEÑOS ROTOS Autor Lange Aguiar

Recorre el mundo un tiempo de felicidad

extraña, dolorosa, silenciosa...

entre tanta locura, guerras, hambre y destrucción.

Se encienden las luces de las ciudades

con guirnaldas y figuras de ficción y cartón.

Se adornan los comercios.

nuestras casas se llenan de figuras y belenes,

flores de pascua y luces de colores,

árboles adornados de plásticos y neones,

pero es una falsa realidad

que nos envuelve y nos hace cerrar los ojos

ante lo que acontece a nuestros hermanos,

paises y hogares de muerte y  dolor.

¿¿¿Feliz Navidad???

gritamos

con la boca pequeña y sin gritarlo muy fuerte

para que nuestra conciencia dormida no se despierte.

¿¿¿FELIZ NAVIDAD???

Es un paseo por un lugar de  cuentos que asesinan

un planeta viejo, dolorido por falsos sueños,

lleno de agujeros de bombas y esqueletos.

¡¡¡LA ESPERANZA ESPERA AGAZAPADA

PARA CAMBIAR ESTE MOMENTO!!!

NAVIDAD Autora Inma Flores

No importa no tener nieve

el poder comer turrones

ni sentir las ilusiones

tanto si hay sol o si llueve.

Lo importante es que renueve

en Navidad la ilusión

sin perder la comprensión

de seguir siendo felices

a pesar de cicatrices

tener “bueno” el corazón.

Lo importante es el latido

que sientes ante la gente

sabiendo ser indulgente

y no perder el sentido

por sentir que se ha temido

a la vida, y a la suerte

al tener que ser tan fuerte

cuando nada es como quieres

y a tu corazón ya hieres

sin comenzar a quererte.

Para amar a los demás

quiérete a ti primero

y no entres en desconsuelo

al querer mirar atrás.

Mirando al frente verás

mejores alternativas

quizás no más lucrativas

pero sí más convenientes

sería bueno que lo intentes

y evitar las tentativas

La Navidad ha de estar

en el corazón presente

no importa enero o diciembre

lo que cuenta es el amor.

BAILADORES EN BELÉN Autora Luisa Chico

En un lugar de Belén,

allá donde vive el pobre,

ha comenzado la fiesta, 

voy escuchando redobles.

A ritmo de tajaraste

retumban ya los tambores,

pues van bajando del monte

y bailando los pastores.

Las faldas vuelan al viento,

giran locas, sin temores,

pues quieren bailar al Niño,

que ha nacido entre algodones.

Brindan al hijo de Dios

de sus dones, los mejores,

demostrando con los pies

que bailan sus corazones.

Las chácaras en sus manos

repiquetean colores,

alegran bien los caminos

músicos y bailadores.

Y al acercarse al establo

donde animales tan nobles,

dan al niñito de Dios

todo su amor y calores,

ya no sienten el cansancio

de aquel camino entre robles,

entre pinares esquivos,

entre orijamas de monte,

solo sienten la alegría

que les lleva hasta el desborde,

pues bailando para Dios,

se hace la danza aún más noble.

EL MENSAJE Autora Balbina Rivero

Lejana mi juventud tan de inocencia llena

cuando cantaba “Lo Divino” y villancicos

alegrando calles, plazas y barrios

de mi Villa granadillera.

Ahora ya no juego con caracolas de mar,

ahora escucho su voz interior, sus rumores de mar

ahora, realista, ya no digo “Feliz Navidad”

ahora, mejor, sin florituras, enseño a pescar.

¡Shhhhh! Escuchen… Repican las campanas

tocando a Gloria están

y en toda la ciudad se oye, aquí y allá…

¡Feliz Navidad, feliz Navidad!

Ya no canto “Lo Divino”

y tampoco villancicos,

ahora solo quiero amar,

que ese es el mensaje del Niño.

Buenos frutos (Villancico) Autor Cesáreo Robaina

Ha llegado la Navidad, y he adornado el árbol

con los besos que tenía guardados

para las mejores ocasiones.

En él chisporrotean, cuáles fueran luces de colores,

aquellos abrazos que hice míos en las prisas por llegar

a un porvenir que se me antojaba lejano.

Ha llegado la Navidad y he adornado el árbol,

sin ponerle espumillón que enreden sus ramas,

ocultando el verdor donde se refleja toda la juventud,

guardada en la frondosidad de sus hojas.

En él luce una estrella que trae consigo

las amanecidas tras el mañanero rocío,

y también los arco iris al salir el sol.

Ha llegado la Navidad y he visto sonreír a un niño,

que estaba desnudo y triste.

He visto al abuelo retornar al seno de la familia,

tras largas ausencias y olvidos.

Mi árbol tiene en sus raíces la fértil tierra

que siempre da buenos frutos,

haciéndose permanecer por décadas,

en las ilusiones con las cuales la vida,

nos colma de bendiciones.

NAVIDAD Autora Rosa Galdona

Esta Navidad quiero una carta llena de palabras centrifugadas

para que no pesen por las maldades cotidianas.

En esta Navidad quiero una bicicleta de aquellas que

nunca pisaban charcos de miedo,

sino fango inocente y recién hecho de la Virgen de la Cueva.

En esta Navidad quiero una mesa sin mantel de encaje,

quiero un convite sencillo con los abrazos amados en el centro.

En esta Navidad quiero una alegría de yema de huevo

y un sueño de almendra tostada.

¡No quiero fiestas de fuegos falsos!

Quiero, para ti y para mí,

una Navidad sin vacíos ni mentiras,

sin peluches huérfanos y sin días contados,

sin cenicientas grises ni chimeneas frías.

En esta Navidad quiero una alegría inmensa de yema de huevo

y un sueño grande de almendra tostada.

FELIZ NAVIDAD Autora Julia González

Al llegar el mes de diciembre
desde hace casi 20 siglos,
celebramos los cristianos
el nacimiento de un niño.

No nació entre algodones,
lujos  ni comodidades,
que fue en un pobre establo
rodeado de animales.

Al no encontrar posada
pues la gente no sabía,
que de aquella pobre pareja
nuestro Mesías nacería.

El buen José ayudó a María
cuando le llego el momento,
y al contemplar a Jesús
lloró pero de contento.

Y así fue como humildemente
nuestro Rey nació en Belén,
metido en un pobre pesebre
con  una mula y un buey.

Un Ángel fue presuroso
a anuciarle a los pastores,
que se acercaron veloces
a rendirle sus honores.

Y una brillante estrella guió
a los tres reyes de oriente
que siguiendo su estela
le entregaron sus presentes.

Por esto todos celebramos
la navidad en armonía,
son unos días entrañables
de fiesta y buenas comidas.

Aunque también son días tristes
porque es cuando más recordamos
a personas que estuvieron
en otros años pasados
celebrando con nosotros
y ya no están a nuestro lado.

Disfrutamos todos juntos
productos tradicionales,
peladillas, truchas y turrones,
polvorones y mazapanes.

Adornamos nuestros pueblos
con bolas y con guirnaldas,
muchas luces de colores
en nuestras calles y plazas.

Preparamos portalitos
cada uno con su estilo,
pero todos se realizan
con esmero y con cariño.

Unos son de gran tamaño
que se exponen en lugares,
en muchos templos e Iglesias
y hasta en centros comerciales,
y otros bellos y variados
en muchos de nuestros hogares.

También en muchos pueblos
se representa viviente
y en ellos participan
con ilusión mucha gente.

Usando trajes de la época
dan vida aquella historia,
y los preciosos villancicos
refrescan nuestra memoria.

Nos hacemos regalos
para así conmemorar,
que a Jesús se los hicieron
estando en aquel portal.

Todo esto es bueno hacerlo
sin olvidar el principal motivo,
que no es otro sino recordar
el nacimiento de Jesucristo.

Por eso no debemos por nada
perdernos la Eucaristía,
que es Jesús quien nos llama
y es Él, el que nos invita.

Que después ya habrá tiempo
de compartir en familia,
en torno a una misma mesa
y brindar con alegría.

ESPECIALES

Paletas y pinceles

LETRAS CANARIAS

Folclore canario

LA MÚSICA EN CANARIAS

La voz de Arico - MARÍA GARCÍA

Desde mi balcón - JOSE LUIS REGOJO

Gotitas de agua - JOSÉ ACOSTA

FRASES Y REFLEXIONES PARA AYER, HOY Y MAÑANA - ALBERTINE DE ORLEANS

Miscelánea tradicional - MOISÉS RODRÍGUEZ

Caricaturas, papel y tinta - NÉSTOR DÁMASO DEL PINO

Retratos de nuestros paisanos - JOSÉ LANTIGUA

Artdeser - ESTEBAN RODRÍGUEZ

Alfarero de versos - EDUARDO GARCÍA

Viajando por los versos - ROSA GALDONA

El legado de los abuelos - TOÑI ALONSO

Hablando de amigos… - LUIS ALBERTO SERRANO

Contando canciones - MATALE AROZENA

Piélago - ALEXIS GARCÍA

Nopasaeltiempo - CARMELO G. GLEZ. ZERPA

La magia del teatro - INA MOLINA

Amar el amor - LANGE AGUIAR

Epistolar - INMA FLORES

Sección infantil: Arcoiris de cuentos - TANIA RAMOS

Fogata de relatos

Fuente de poetas

Desde la otra orilla

Novedades literarias