El canario

Hoy hablaremos someramente de la danza El Canario. En su origen fue un baile renacentista inspirado en una danza autóctona de las Islas Canarias que se hizo popular en toda Europa a finales del siglo XVI y principios del XVII.

En España, El Canario fue una danza cortesana y teatral para pareja mixta, muy popular entre los siglos XVI y XVIII. Según el Tesoro de la Lengua castellana, de Sebastián de Covarrubias, se denominó así por haberla traído a la península los naturales de la Islas Canarias.

De esta danza deriva El Sirinoque, del que ya hablamos en la sección anterior,. Coinciden en el ritmo. Se cree que la numerosa presencia de italianos en esa época, siglo XVI, pudiera influir en las posibilidades coreográficas y espectaculares de la danza. Por ello no resulta extraño que la primera descripción pormenorizada aparezca en II Ballarino de Marco Fabritio Caroso da Sarmoneta, editado en Venecia en el año 1581.

Las cualidades coreográficas de esta pieza son la percusión con los pies en el suelo, la intersección de estribillos con pasos arrastrados, el cambio de lugar entre el caballero y la dama aproximadamente hacia la mitad de la danza, la forma de “pedálogo” o diálogo de pies y la libertad de improvisación tanto de músicos como danzantes, características que permanecen en España durante el siglo XVIII.

En el Diccionario de Autoridades El Canario se define como “Tañido músico de cuatro compases que se danza haciendo el son con los pies, con violentos y cortos movimientos”. El esquema básico se divide en tres secuencias: avance, retroceso y ritornello o estribillo circular. Se denominan mudanzas.

Las peculiaridades de este baile hacen de él una pieza especialmente atractiva por ser transgresora de la principal norma de la danza cortesana del Renacimiento y primer Barroco: no hacer ruido con los pies sino “hollar muy sutilmente”, según se indica en el manuscrito anónimo del siglo XVI Arte para Aprender a danzar. Se encuentra en la Real Academia de la Historia de Madrid.

Según datos históricos, la mención más temprana de esta danza aparece en Sevilla en el año 1554, y en el entorno del teatro dentro de la recopilación de obras teatrales de Sánchez de Badajoz. Este dato aparece en la Isla de La Palma en 1561, en Estampas canarias de Juan Méndez Nieto y en La Laguna en el Instituto de Estudios Canarios 1987. Algunos autores posteriores indican que esta danza se sigue usando de forma habitual en las Islas Canarias.

Se considera que la danza El Canario está codificada académicamente, que ha de comenzar con el pie que caracteriza las danzas cultas y sus ejecutantes están obligados a una interpretación simétrica, al repetir cada una de las mudanzas comenzando en su segunda vez con el pie derecho. En la segunda mitad del siglo XVII era un baile considerado antiguo porque arrastraba los pies y se impuso un Canario más ligero y veloz.

En resumen, El Canario atraviesa tres etapas: En la primera de ellas una alternancia de compases 6/4 y 3/2 que le confieren gran riqueza rítmica y la posibilidad de improvisación y juegos entre músicos y danzantes; Una segunda etapa, con la aparición del tacón, la velocidad aumenta, se mantiene el ritmo, pero disminuye la posibilidad de improvisar y desaparecen los pasos arrastrados; y en la tercera etapa se pierde la alternancia de compases, de forma que queda únicamente el compás 6/8 y la velocidad en la percusión de los pies como característica.

Numerosos escritores de fama reconocida como Cervantes, Quevedo, Calderón de la Barca, Navarrete y Rivera entre otros utilizan esta danza y así lo mencionan en sus novelas, orquestas y obras teatrales de la época, como reflejan los recopiladores Gaspar Sanz, Antonio de Santa Cruz, Santiago de Murcia, etc.

En mi sección 3ª quiero reflejar la gran riqueza que esta danza supone en nuestro patrimonio cultural.

Paletas y pinceles

El legado de los abuelos - TOÑI ALONSO

FRASES Y REFLEXIONES PARA AYER, HOY Y MAÑANA - ALBERTINE DE ORLEANS

Desde mi balcón - JOSE LUIS REGOJO

Amanece, que no es poco - ANGIE HERNÁNDEZ

LETRAS CANARIAS

El nido de la graja - EVA CASTILLO

Palabras del alma - BALBINA RIVERO

Tradiciones - ISABEL GONZÁLEZ

La magia del teatro - INA MOLINA

Letras y colores - JUAN FCO. SANTANA

Mi cuaderno de danzas - ISA HERNÁNDEZ

La memoria intacta - MARÍA DE LA LUZ

Volando con las palabras - Cristina García

Retratos de nuestros paisanos - JOSÉ LANTIGUA

Miscelánea tradicional - MOISÉS RODRÍGUEZ

Sección infantil: Arcoiris de cuentos - TANIA RAMOS

Viajando por los versos - ROSA GALDONA

Memorias con historia - GLORIA LÓPEZ

Alfarero de versos - EDUARDO GARCÍA

Amar el amor - LANGE AGUIAR

Contando canciones - MATALE AROZENA

Garabateando - ELENA PADRÓN

Hablando de amigos… - LUIS ALBERTO SERRANO

Bajo un nudo en la garganta - ANA GUACIMARA HERNÁNDEZ