COMPLICIDAD SOBRE EL ESCENARIO

Cuando dos disciplinas artísticas se apoyan y complementan surgen proyectos tan hermosos como el del Grupo Folclórico Tabaiba. Me refiero al espectáculo músico-teatral Valbanera, un sueño frustrado por la mar, que cuenta el naufragio de dicho navío, y que fue estrenado en el Auditorio Alfredo Kraus en noviembre de 2019, cuando se cumplía el centenario del trágico suceso.

Concretamente aconteció el 10 de septiembre de 1919, por lo que este año se cumplieron 104 años del naufragio. El Parlamento de Canarias aprobó el 13 de julio de 2022, declarar la fecha de esta tragedia, como Día Canario de la Migración.

Mucho se ha escrito sobre este luctuoso episodio de la emigración canaria, mezclando historias reales, anécdotas de los viajeros, leyendas… tradición oral fecunda que ha alimentado el misterio en torno a este barco. Hay varias novelas que recogen su historia, entre las que quiero destacar dos de reciente aparición: Ataúdes de arena, de Isabel Padilla Santervaz, nieta del Capitán Padilla, y  Habla Valbanera, de Julio Cesar González Padrón marino, escritor y experto en la historia del Valbanera, quien también dio una conferencia-homenaje por el 104 Aniversario de la tragedia del Valbanera, en la Iglesia Hospitalaria de San Pedro Mártir, Telde, con presencia del Grupo folclórico Tabaiba y la cantautora Sara Brito, bisnieta del capitán Padilla. Y también resaltaría un tercer título de un especialista en naufragios, Fernando José García Echegoyen, El misterio del Valbanera.

El hundimiento del buque Valbanera (de la naviera Pinillos), ocurrido frente a las costas de Florida, se cobró un total de 448 víctimas, emigrantes españoles -un buen número de ellos eran canarios- que viajaban a la Perla del Caribe en busca de una vida mejor para ellos y sus familias, trabajando en los cafetales, las industrias azucareras y las plantaciones de tabaco. Ha sido el peor desastre en el mar de nuestro país en tiempos de paz del que se tiene noticia. Fue construido en Escocia y debe su nombre a la Virgen de Valvanera, que se venera en La Rioja, de quien la familia Pinillos era muy devota, aunque un error cambió la segunda “v” por una “b”, circunstancia que la superstición popular dio como una primera señal de mala suerte (la errata maldita). Con una capacidad para 1200 personas, partió de Barcelona e hizo escala para recoger pasajeros y mercancías, en los puertos de Valencia, Málaga, Cádiz, Las Palmas, Tenerife y Santa Cruz de La Palma, alcanzando el número máximo del pasaje permitido, los 1142 viajeros, más 88 personas de la tripulación. La mayoría de los emigrantes pagaban 75 pesetas que les daba derecho a una única comida a bordo, en cubierta, y a ocupar las literas de hierro situadas en los entrepuentes de las bodegas. El viaje comenzó muy mal, pues nada más salir del puerto de Santa Cruz de La Palma, se rompió la cadena y se perdió el ancla, algo considerado entre los marinos como un mal presagio. Llegó sin problemas a Santiago de Cuba el 5 de septiembre, tras casi un mes de navegación. Allí bajaron 742 pasajeros y el barco zarpó de nuevo el día 7 hacia La Habana, pese a que se esperaba un huracán. El motivo de esta masiva bajada de pasajeros se explica con varias causas: algunos aprovecharon para visitar la basílica de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, situada a unos dieciséis kilómetros al oeste de Santiago; otros se quedaron echando unos tragos en los bares de la bahía y perdieron el barco (la “Isa de los Salvados” de Tabaiba se hace eco de este caso) y se dice que algunos pasajeros decidieron no seguir navegando hasta La Habana por una corazonada. También es sabido que un pasajero fue por tierra a La Habana para adelantar ciertas gestiones y habilitar la vivienda que iba a ocupar con su mujer e hijos que permanecieron en el barco y desaparecieron con el hundimiento de este. Este suceso le hizo perder la cordura y hasta el día de su muerte esperó el regreso de los suyos en el muelle desde donde los vio partir (“El loco del Valbanera” es el tema musical que reproduce esta historia).

Lo cierto es que dos días más tarde la nave intentó, sin éxito, alcanzar el puerto de destino, pero las adversas condiciones climatológicas lo hicieron imposible, sucumbiendo el barco el día 10 y quedando hundido a 12 metros de profundidad y a casi 200 km de su destino, concretamente en el Bajo de la Media Luna, en el extremo oriental de los Cayos de Florida.  No envió mensajes de socorro y, extrañamente, no se encontró ningún cuerpo (seguramente atrapados en el casco). Los botes salvavidas seguían en su lugar, lo que se sumó como otro de los misterios en torno a este naufragio. El capitán del Valbanera, Ramón Martín Cordero, tenía solo treinta y cuatro años, peroera un marino con muy buena reputación. Dos años antes de naufragar el Valbanera, había sido capaz de atracar en el puerto de Nueva York, en medio del peor temporal de viento y nieve que se recordaba.

La anterior travesía del Valbanera de Cuba a España ya fue un mal presagio, pues se hizo con un exceso de pasaje (1600 personas), en malas condiciones, con contagio de gripe y fallecidos a bordo que fueron arrojados al mar.

El grupo Tabaiba ha dedicado doce temas de producción propia (letra y música) con los que relatan los entresijos de este episodio de la historia reciente de nuestro archipiélago, que perdió a un importante número de jóvenes que, huyendo de las penurias económicas que les ahogaban en tierra, atravesaron el mar y se ahogaron entre sus olas embravecidas, dejando un halo de misterio y tristeza a las generaciones venideras.

Desde la sonrisa a la pena más profunda, desde la esperanza a la definitiva despedida, la obra nos mece o zarandea en un mar de sentimientos y emociones.

El peso de la parte teatral recae en dos magníficas actrices: María de la Fe Navarro (Marifé Idoy, también autora del guion) y Ariadna Rodríguez Silva que hacen un doble papel. En la primera parte (contemporánea) son Carmen y Amelia,  madre e hija que se despiden porque la joven va a trabajar a Alemania y hablan de las cartas del abuelo emigrante. En una segunda parte dan vida a las esposas de los dos últimos capitanes del buque de Pinillos, reflejando en todo momento la angustia por la falta de noticias, los malos augurios, las reflexiones ante las contradictorias informaciones que llegan a través de la radio, el dolor por lo que se intuye, el fatal desenlace, la viudedad…

El apropiado vestuario, la iluminación, la ambientación histórica con el atrezo empleado y las imágenes proyectadas, unidas al hilo conductor de los temas musicales, nos adentran de una forma auténtica en los escenarios reales donde se vivieron estos momentos de inquietud y zozobra.

Los componentes de Tabaiba no llevan ninguno de sus dos vestuarios habituales, sino que van ataviados como personajes de la época, incluyendo al capitán del barco, el sacerdote que ofició el funeral múltiple en nuestra isla, etc.

Tras una Introducción con una obertura instrumental con fragmentos de varios temas del espectáculo (Habanera 1919, malagueñas y Valbanera) comienzan las escenas y las actuaciones musicales alternándose e hilvanando certeramente los aconteceres de la siguiente forma:

Escena 1: “El abuelo”. Letra: Carmen Rivero López; música: Domingo Quintana Rivero.

Escena 2: “Travesía”. Letra y música: Domingo Quintana Rivero.

Escena 3: “Habanera 1919”. Letra y música: Domingo Quintana Rivero.

Escena 4: “Folías a la mujer que quedó”. Letra: Domingo Quintana Rivero; música popular.

Escena 5: “Isa de los salvados”. Letra y música: Domingo Quintana Rivero.

Escena 6: “Bajo el agua durmió”. Letra y música: Pablo Quintana Guillén.

Escena 7: “Amargo baño”. Letra: Francisco Trajano Pérez;  música: Domingo Quintana Rivero.

Escena 8: “Malagueñas y aires de Lima”. Letra: Domingo Quintana Rivero; música popular.

Escena  9: “Días de finaos”. Letra: Carmen Rivero López; música: Domingo Quintana Rivero.

Escena 10: “Valbanera”. Letra: Carmen Rivero López y Domingo Quintana; música: Domingo Quintana Rivero.

La obra ha recorrido distintos escenarios de diversos municipios de Gran Canaria cosechando el éxito que merece una obra mimada en todos los detalles escénicos y musicales y que demuestra que es posible maridar ocio y cultura para la ciudadanía. También han presentado la cantata del Valbanera en diferentes escenarios como Casa de Colón, varios colegios, aulas didácticas…

Con respecto a este grupo musical hemos de contarles que los primeros  componentes se conocieron en el Colegio San Ignacio de Loyola, centro donde tuvo su génesis este grupo músico-vocal hace la friolera de cuarenta y cinco años, y a cargo de un grupo de alumnos de este, cuyas edades oscilaban entre los diecisiete y los diecinueve años.

Lógicamente, el devenir del tiempo ha cambiado algunos rostros con incorporaciones y bajas en este grupo humano, como la de un estimado componente fundador, Luis Massieu tristemente fallecido el pasado año.

Permanecen en sus filas desde 1978: Tito García, Wichy Quintana Rivero, Domingo García Quintero, Ángelo García Quintero, Santi Torrent, José Miguel Ponce y Octavio Rodríguez.

El actual director Domingo Quintana Rivero, también alumno de este colegio, se incorporó posteriormente por razones obvias de edad.

La prensa escrita de la época se hizo eco del proyecto de estos jóvenes: Revivir el folclore de nuestra tierra imprimiendo un sello personal con temas propios, pero en la línea de conservación de “lo nuestro”. Propósito que se ha materializado en una carrera rica, sólida y estable solo interrumpida por la etapa de estudios superiores de los componentes, que una vez concluido el período universitario e incorporados a la vida profesional, vuelven a unirse.

Una segunda parada obligatoria fue aquella que detuvo al mundo por la pandemia COVID.

No podemos olvidar a otro de sus componentes que se incorporó en la segunda etapa, Manolo de la Cueva, aunque actualmente no se encuentra en sus filas.

Compartimos entrañables fotos de sus comienzos, incluida una preciosa crítica de Néstor Álamo.

Su primer trabajo fue Como oro en paño (2009), seguido de Eco de cinco cuerdas (2013), dedicado al timplista José Antonio Ramos; Poemas del alisio (2017) y Valbanera, un sueño frustrado por la mar (2020).

El grupo musical sigue adelante con sus nuevos proyectos, disponiéndose a grabar en breve su último trabajo “Rincones de una isla” al que deseamos y auguramos un notorio éxito.

Hace apenas unas semanas el grupo Tabaiba fue el primer invitado musical en un programa de nueva singladura en Tv. Autonómica de Canarias, Mirando al mar, grabado en la playa de Arinaga y dirigido y conducido por Alexis Hernández. Este elocuente periodista dedicó una hermosa semblanza al grupo en la sección “Parranda Canaria” del Diario de Avisos, de la que me gustaría destacar unas palabras que suscribo, alusivas al nombre Tabaiba: “El nombre los define: una planta viva de color verde, no demasiado chillón, no excesivamente llamativa, pero que viste con su atractivo los barrancos de las islas; un endemismo con raíces en esta tierra, con sangre en sus venas, resistente a la escasez, pero con suficiente fortaleza como para sobreponerse y mantener su estampa. No podían haber buscado mejor nombre que el de Tabaiba”.

Y es que cuando el trabajo es vocación y se hace con amor, dedicación, disciplina, esfuerzo, compañerismo y, desde la humildad, se ofrece profesionalidad, calidad y sello personal,  indudablemente se toca la excelencia.

Paletas y pinceles

LA MÚSICA EN CANARIAS

LETRAS CANARIAS

Folclore canario

Nopasaeltiempo - CARMELO G. GLEZ. ZERPA

Bailes tradicionales canarios - LUISA CHICO

Epistolar - INMA FLORES

FRASES Y REFLEXIONES PARA AYER, HOY Y MAÑANA - ALBERTINE DE ORLEANS

Volando con las palabras - Cristina García

Desde mi balcón - JOSE LUIS REGOJO

Viajando por los versos - ROSA GALDONA

El rincón de Tehonón - Félix Díaz

Alfarero de versos - EDUARDO GARCÍA

Amanece, que no es poco - ANGIE HERNÁNDEZ

Retratos de nuestros paisanos - JOSÉ LANTIGUA

Miscelánea tradicional - MOISÉS RODRÍGUEZ

Palabras del alma - BALBINA RIVERO

Artdeser - ESTEBAN RODRÍGUEZ

Reflexiones... y otros - LALI MARCELINO

Gotitas de agua - JOSÉ ACOSTA

Hablando de amigos… - LUIS ALBERTO SERRANO

Bajo un nudo en la garganta - ANA GUACIMARA HERNÁNDEZ

La magia del teatro - INA MOLINA

Mi cuaderno de danzas - ISA HERNÁNDEZ

Contando canciones - MATALE AROZENA

El legado de los abuelos - TOÑI ALONSO

Piélago - ALEXIS GARCÍA

La memoria intacta - MARÍA DE LA LUZ

Tradiciones - ISABEL GONZÁLEZ

Amar el amor - LANGE AGUIAR

El pejeverde - Raquel Reyes

Sección infantil: Arcoiris de cuentos - TANIA RAMOS

Fuente de poetas

Fogata de relatos

Novedades literarias