¿Cómo salir del enredo de los pensamientos?
¿Qué es el Mindfulness? ¿En qué consiste? ¿Cómo se practica?
Hoy quiero hablarte sobre el Mindfulness y cómo ha conseguido, de manera demostrada, aumentar el bienestar de las personas que lo practican. Pero muchos lo confunden con otras cosas, como por ejemplo, con la meditación. En realidad, no son lo mismo y es importante explicar que no son sinónimos; su significado es distinto, aunque muchas veces sí que pueda parecerlo.
Llevo muchos años estudiando, formándome en el Instituto Europeo de Psicología Positiva (IEPP), y he descubierto un enorme asidero de conocimiento tras esta extraña palabra “Mindfulness”.
Suele ser muy común que, ante la práctica de Mindfulness, también denominado consciencia plena, se asocien ideas preconcebidas que pueden devaluar la práctica o directamente impedirnos que investiguemos y nos lancemos a su experimentación.
Algunos ejemplos muy comunes serían, por ejemplo, el pensar: “No me veo capaz de dejar la mente en blanco”.
La realidad es que tenemos miles de pensamientos al día. Por lo que tener la expectativa de no pensar o mantener la mente en blanco no es realista. Pero tal como afirma el Profesor Davidson: “El objetivo realmente no es eliminar nuestros pensamientos, sino conseguir ser más consciente, y cambiar nuestra relación con nuestros pensamientos y sentimientos”.
No frenar el enredo de pensamientos que se producen en cascada, que van concretando ideas y que nos enredan, es justo lo que ocurre cuando juzgamos, o tenemos reacciones impulsivas, etiquetamos…
Lo cierto es que frenar esta espiral de pensamientos es aún más complicado cuando uno está estresado o negativo. Bajo ese estado nuestros pensamientos se precipitan unos con otros, como si se hubiera pulsado el botón de “piloto automático”.
Este texto que te propongo hoy es una lección recibida de Dafne Cataluña (psicóloga y fundadora de dicho instituto), y que yo continúo practicando cada día con más o menos acierto y voluntad.
El mindfulness se considera una filosofía de vida que incluye la práctica de la meditación. Es una técnica muy antigua que hemos adoptado de las tradiciones budistas, que llevan practicándose desde hace más de 2.500 años. Sin embargo, el mindfulness no se vincula directamente con ninguna religión, su objetivo es mejorar la calidad de vida de las personas. Podemos definir el mindfulness como la focalización de la atención en el momento presente, es un método para conseguir la atención plena, centrándonos en lo que está sucediendo aquí y ahora, y aceptándonos sin más, sin intentar cambiar ni juzgar nada. Su significado es plena consciencia; en definitiva, es concentrarse en lo que sucede en nosotros y en nuestro alrededor, y saber renunciar al ruido y a las distracciones.
Varias investigaciones científicas han comprobado que incluir el mindfulness en nuestra rutina diaria nos aporta muchos beneficios, tanto para nuestra salud física como mental. Es muy positivo, por ejemplo, para el autocontrol en niños, para el desarrollo de la resiliencia, también para el desarrollo de recursos de afrontamiento de personas que están enfermas. Ayuda a reducir el estrés y la ansiedad, también a mejorar los niveles de concentración y de memoria, incluso para manejar los pensamientos negativos o sobrellevar mejor el dolor. Así que vamos a descubrir en qué consiste realmente, pues para poder alcanzar el mindfulness, habrá que aprender desde el principio y entrenarse para lograrlo, ya lo verás, muchas otras personas ya lo han conseguido.
“Solo existen dos días en el año en los que no se puede hacer nada. Uno se llama ayer y el otro se llama mañana. Hoy es el único día para amar, creer, hacer y principalmente vivir”.
Dalai Lama.
Una vez que la práctica ya la tengas adquirida, para generalizar el cambio y que se traslade a tu día a día, deberás llevar esta atención y consciencia al resto de tus tareas habituales. Pues, introducir la atención en la consciencia a tu vida, de forma que incorpores el mindfulness en tareas tan cotidianas como cocinar o estudiar. Así, a través de esta práctica, puedes dirigir el rumbo de tu propia vida y no dejar que tus pensamientos y tus sentimientos lo hagan por ti.
Tienes ante ti una herramienta muy poderosa para transformar tu vida en una experiencia con sentido. Con el mindfulness, aprendemos a tolerar el impulso de no seguir patrones que no nos sirven, cultivamos un espacio entre el pensamiento y la acción y, con la práctica, poco a poco, aumentamos nuestra capacidad de estar en este espacio y en este momento, reaccionando (respondiendo) de forma menos compulsiva e impulsiva, considerando las opciones que disponemos y funcionando menos en piloto automático. De esta forma, podremos tomar decisiones de forma más libre y adecuada a cada situación, sin dejarnos llevar por los automatismos que se disparan con las prisas.
Para terminar, voy a compartir contigo una reflexión de Jedi Brown: “Lo que hace que prenda el fuego es el espacio entre los troncos, un espacio para respirar. Demasiado de algo bueno, demasiados trucos apiñados, fue el sofocar las llamas, del mismo modo que lo haría el agua. Por lo tanto, para preparar el fuego, hemos de prestar tanta atención a los espacios como a la madera. Un fuego prende simplemente porque hay espacio para que la llama, que sabe cómo arder, encuentre su camino”. Tomarte unos minutos para reconectar, en la era de la multitarea, se ha convertido en una experiencia cada vez más deseada, y es que todo ser vivo busca seguridad y refugio, un lugar donde descansar, y cientos de miles de personas ya lo están practicando.
Muchísimas gracias por tu lectura.
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