Es mi intención que este nuevo año nos adentremos en el conocimiento más profundo de lo que es el teatro.
En este artículo y en los siguientes vamos a hablar de aspectos generales del mismo, tales como cuáles son sus elementos, dónde está su origen, qué tipos de teatro existen, cómo era en la antigüedad…
El teatro es una de las tres artes escénicas fundamentales junto a la música y la danza. Son todas ellas disciplinas artísticas que están destinadas a ser representadas frente a una audiencia.
Así pues, vemos que hay tres elementos indispensables:
El espacio donde se lleva a cabo, puede ser un entorno destinado especialmente para ello (escenarios de teatros, salas de espectáculos…) o en espacios públicos, como en una calle o plaza.
Los actores o intérpretes que emplean su cuerpo como instrumento para producir el efecto estético deseado, y el público que observa y, en algunos casos, interviene en la representación.
Las artes escénicas son artes de tipo efímero, porque se suscriben a un momento (tiempo) determinado y a un espacio concreto, en contraposición a las artes plásticas que utilizan materiales para crear las obras y que pueden perdurar a lo largo de larguísimos períodos de tiempo, incluso para siempre. Pensemos en la pintura, la escultura y la arquitectura.
Pero yo prefiero decir que el teatro es un arte vivo, que se alimenta de la energía de las personas implicadas: público y actores. Creando vínculos invisibles en cada representación. Por eso una misma obra puesta en escena varias veces, siempre será diferente, porque el público no será el mismo y el actor vivirá cada ocasión con sutiles diferencias.
Las representaciones escénicas tienen la capacidad de hacernos reír, llorar y reflexionar… Y lo que es más importante: trascender barreras culturales y lingüísticas, conectando a distintas personas a través de las emociones universales que transmiten, que son intemporales.
En las obras teatrales se comparten historias (reales o ficticias) y mensajes gracias a la representación de uno o varios actores y una puesta en escena que utiliza elementos de otras artes, como la literatura, la danza, la música… y ayudado por una escenografía que colabora a entender y enriquecer el contexto (decorado escénico, atrezo, luces, vestuario…)
En cuanto a los tipos de teatro, se distinguen siete géneros diferenciados:
La tragedia, el más dramático, en la se suceden muerte, destrucción y hechos fatídicos para los personajes.
La comedia, el más divertido, que trata temas de la vida cotidiana en clave de humor, trasmitiendo alegría y optimismo. Este es el más indicado para el teatro infantil.
El drama trata temas de la vida real con profundidad, con humor o a modo de tragedia, consiguiendo que el espectador se vea reflejado en ellos. Se basa en el uso del diálogo y transcurre en el presente. En realidad los dos anteriores son subgéneros de este.
El musical combina música, baile e interpretación y es uno de los más actuales y requeridos por el público.
La ópera es una obra dramática que se representa a través del canto de los intérpretes acompañados por una orquesta.
El monólogo consiste en reflexiones dramáticas o humorísticas hechas por un único actor.
La tragicomedia es una combinación de los géneros dramáticos más comunes: la tragedia y la comedia.
(continuará)
© Fotos del Grupo "El Ómnibus: Teatro del pueblo"
Quiero terminar este artículo compartiendo con ustedes una recomendación. Se trata de una obra teatral que tuve el placer de ver el pasado mes de enero: Funeral planner, en el Teatro Municipal Juan Ramón Jiménez de la ciudad de Telde, en Gran Canaria, magníficamente interpretada por: José Luis de Madariaga, Hermi Origuela y Rubén Darío. Es un magnífico ejemplo de tragicomedia, de la que les ofrezco la sinopsis:
Amelia es la abogada y asistente de Raúl, un psicólogo jubilado que solía tener como pacientes a personas importantes de la política y la farándula.
Raúl se entera de que solo le queda un mes de vida. Entonces le pide a Amelia que organice su muerte, que sea su "funeral planner" , encargándose tanto de la parte legal como del evento en sí. Raúl no tiene familia, excepto su hijo Esteban, un saxofonista de vida bohemia, que vive del otro lado del océano, y a quien no ve hace más de veinte años.
Amelia acompañará a Raúl hasta los últimos días de su vida. La llegada de Esteban abrirá viejas heridas entre padre e hijo, e incluso en Amelia. Reproches y recuerdos conforman la trama de esta historia.
Si les gustó el artículo, pueden leer el anterior aquí: Teatro inmersivo. Gracias