Sentarse a charlar con Pedro Díaz no es nada fácil. No porque el hombre no tenga una buena conversación, sino por lo que cuesta conseguir que se esté quieto un rato.
Pedro es un hombre joven, desinquieto, emprendedor, hiperactivo y… ¿Por qué no decirlo?, atractivo, que ya ronda la cuarentena.
Su lucha por el folclore canario es conocida por todos. Desde que en su infancia sustituyó las clases de guitarra por el laúd, responsable de su adherencia a la música que, con el tiempo, derivaría al folclore canario participando en diversos grupos.
Pero por fin lo conseguí y nos reunimos en mi cueva de El Escobonal. Allí, acompañando la charla con un buen desayuno dominguero, el entrevistador fue entrevistado.
Comencemos sabiendo que Pedro está a día de hoy en el folclore porque a su padre, que junto a su familia vivían en Playa de San Juan, le gustaba la música y lo apuntó, al igual que a sus hermanos, a música en la Escuela de folclore de Adeje, en los años 90. Allí aprendió también solfeo en las clases de la Banda de música del municipio y comenzó a visitar la radio del municipio.
Él iba a Adeje desde las 5 de la tarde y volvía a Playa San Juan cuando encontraba con quien irse, por lo que aprovechaba todas las clases del Centro para entretener la tarde. Más tarde, debido al fallecimiento de su padre le costaba subir a Adeje dado que era él quien lo llevaba a clase. Ahí comenzó a subir a la escuela esporádicamente en la Guagua o con folcloristas de la zona. Debido a ello se cambió a las clases de Armeñime para poder ir con Paco.
Un día se encontró con la guitarra rota y él vio los cielos abiertos porque no le gustaba tocarla, iba a clase por obligación, pero su madre le dijo que en casa había un laúd. El enfado que pilló todavía se recuerda a día de hoy en la familia.
Vuelve a la escuela de Adeje para aprender a tocar el laúd. Y ese fue el punto de inflexión. El momento en que él encontró su instrumento, el que le vincularía por siempre a la música y al folclore. En dos meses ya se pudo incorporar al grupo de la Escuela de folclore.
Guicho, creador de dicha Escuela de folclore, junto a Laly y Mary Carmen, fue fundamental en su historia de vinculación. Pero él le está también muy agradecido a José Palencia (el Pencil) que lo llevaba a ensayar de noche con el grupo folclórico de Adeje a finales de los noventa, principios del 2000.
En sus propias palabras, Pedro nos cuenta que: “Yo siempre estuve vinculado a la Escuela de folclore de Adeje, allí nací y crecí en la mejor época de dicho grupo, y siempre tocando el laúd”.
Igual que sigue: “Yo le digo a los nuevos que te miran y te preguntan, yo no soy ejemplo de nada, porque no he sido bueno en nada ni un buen estudiante, yo lo que he sido es un currante y un sacrificado, aunque mi madre dice que soy un gandul en los estudios, porque tenía la habilidad de aprenderme las cosas pero no estudiaba sino cuando me interesaba, procuraba no suspender ninguna asignatura para poder disfrutar de la playa en verano, porque por la mañana trabajaba en la finca familiar y si tenía que estudiar asignaturas suspendidas me quedaba sin diversión veraniega".
En el año 2001 se fue a estudiar a La Laguna. Y ese fue un cambio radical en su vida. Ahí comenzó a dedicar tiempo “de verdad” a la música. Aunque siguió formando parte del grupo de la Escuela de Folclore, con ellos permaneció por 10 años más yendo a ensayar a Adeje, cuando iba a un Festival o cosas importantes se desplazaba hasta allí en la guagua, mientras no tuvo coche, y regresaba del evento con Guicho.
En la Universidad estudió Aparejadores y Delineación.
Visitó la AFU en su momento, pero no le gustó lo que vio allí, por un malentendido de novato, y no volvió. Tiempo después, por mediación de su madre y su tía que ensayaba en el grupo, se acercó a Alborada canaria, que dirigía Sito Mesa y que ensayaba en Gracia. A partir de ese momento, y por un tiempo, compaginó los dos grupos, puesto que en Alborada Canaria pasó en breve espacio de tiempo a ser el director. Ese cargo lo “obligo” a aprender a dominar el resto de instrumentos.
En 2007, con él ya al frente, Alborada abriría una escuela de folclore en Gracia, que llegó a tener, solo de cuerda, unos 50 alumnos. En 2008 sale una plaza de monitor de folclore en Güímar, convocada por ADECO, y le llamaron para una entrevista de trabajo y él, que no había ido a una entrevista de trabajo en su vida, acudió a ella con su timple. La cara de los entrevistadores era todo un poema cuando lo vieron aparecer con el instrumento en la mano. Entre el 2008 y 2009 estuvo dando clase en la Escuela de folclore de Güímar.
Al poco tiempo comenzaría a colaborar con Guicho en Santiago del Teide. Comenzó a ir como segundo de a bordo la Escuela de Folclore de ese municipio, hasta que en el año 2010 tuvo que coger todo el trabajo de Guicho quien dedicaba todo su tiempo a atender a su esposa enferma. Su trabajo personal, más el tener que atender todos los colectivos que llevaba Guicho hicieron, como dice él, que probase las albóndigas de todas las gasolineras de las islas, fueron 7 meses intenso de trabajo pero gracias al cual pudo comprar su casa.
Guicho para él ha sido un referente toda su vida, con él comenzó su historia y a día de hoy sigue siendo un compañero de trabajo pero, principalmente, un amigo.
El intenso trabajo de esa época le permitió conocer a los grupos y todos los entresijos del folclore de las islas y con todo ese enjambre de información, nació el programa Tradición y Folclore.
En esa época no había casi ningún programa de Folclore en las emisoras de radio y como disponía de los conocimientos y los medios, abrió el programa en el Centro de ciudadanos de Gracia. Pedro no se cansa de agradecer a su hermano Nacho y principalmente a Juan Expósito, la ayuda y el apoyo para echar a andar la emisora en marzo del 2014. Hay una frase de Juan Expósito que él siempre recuerda: “Si vas a hacer un programa de radio, yo te voy a ayudar, pero con una condición, si yo te ayudo es para que el programa tenga continuidad, si es para un capricho tuyo y luego lo dejas, conmigo no cuentes más”.
En la emisión del segundo programa, que él subía a Facebook, se puso en contacto con él Radio Tiempo Tenerife, que le propuso emitirlo también en su emisora. A día de hoy el programa Tradición y Folklore es emitido en 18 emisoras FM, además de en Youtube, puesto que los programas son grabados en vídeo, algo en lo que también fue pionero.
En el año 2019 el programa saldría a la calle dedicándose a hacer directos por las islas de vez en cuando. El primero de esos programas se realizó en Lanzarote, en la Casa museo del timple, con la colaboración de Benito Cabrera y la asistencia de todos los grupos folclóricos de la isla, incluido el de La Graciosa. El siguiente se realizó en La Palma. El proyecto quedó paralizado con la llegada de la pandemia, pero tendrá una segunda etapa en un futuro cercano. Lo que siempre siguió adelante, a pesar del covid, fueron los programas que siguieron llegando a los oyentes cada semana sin frenar en ningún momento.
En la actualidad, cuando está en puertas la celebración del décimo aniversario, por el programa han pasado más del 90% de los grupos folclóricos de las islas.
La celebración se realizará en el municipio de La Matanza, en una macro reunión de gente del folclore.
Allí se agradecerá públicamente la generosidad de las personas que han ayudado a Tradición y Folklore a ocupar el lugar que, dentro del mundo cultural de las islas, ocupa a día de hoy.
También se entregarán los Premios Tradición y Folklore. Y habrá actuaciones de grupos de todas las islas, entre otras cosas cuyo secreto no queremos desvelar de momento.
La celebración será el 2 de marzo, a las 19:00, en el Auditorio de La Matanza
Desde estas páginas Pedro Díaz quiere invitarte a asistir al evento, para ello tienes que inscribirte en
Allí disfrutaremos de uno de los momentos dulces que nos ofrece el Folclore, pero eso... te lo cuento otro día, cuando regrese empapada de tradición y emociones compartidas.
Hay una frase que sale varias veces en la entrevista, cuando Pedro echa la vista atrás y es: Yo me he tenido que comer mis palabras miles de veces.
Este artículo es el extracto de casi 3 horas de charla que se podrá leer completa, en un futuro a medio plazo, en el libro que dedicaré a las personas que han hecho que nuestro folclore haya llegado a nuestros días.
Luisa Chico